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¡Proletarios del mundo, uníos!

 

EN MATERIA DE EDUCACIÓN, FIRMES EN LA POSICIÓN DE CLASE

Asistimos por enésima vez a la jugada de siempre que consiste en hacernos defender lo que hace dos días estábamos combatiendo con la excusa reincidente de la amenaza sobrevenida de un mal peor. En este caso, la institución capitalista amenazada por una versión peor es el sistema educativo. Pero antes de añadirnos a la borrachera general, cabe preguntarse qué se enseña en el sistema educativo que nos llaman a defender:

  • ¿Acaso se enseña actualmente a nuestros hijos, los hijos de la clase obrera, que el trabajo asalariado es el sistema moderno de esclavitud y que todo beneficio tiene como única base nuestra explotación?
  • ¿Acaso se enseña a nuestros hijos cómo organizarse clandestinamente en las empresas, cómo organizar huelgas indefinidas contra estas mismas empresas y cómo afrontar los esquiroles, trepas y chivatos y a distinguirnos de ellos por una estricta solidaridad y compañerismo hasta las últimas consecuencias con el resto de trabajadores?
  • ¿Acaso se enseña al servicio de quién están las instituciones del Estado burgués (juzgados, inspección, policía y el propio sistema educativo) que sólo sirven a los intereses de la Patronal?
  • ¿Acaso se enseña a rechazar la falsa comunidad de intereses de la clase obrera con la economía de la empresa y con la economía nacional?
  • ¿Acaso se enseña que los trabajadores de todos los países somos hermanos y formamos una única clase mundial y que los empresarios de todos los países conforman una clase confabulada para mantener sus privilegios y asegurar nuestra explotación?

No, rotundamente no. Ninguno de estos conocimientos básicos y esenciales para la formación de los hijos de la clase obrera se enseña ni en la educación primaria, ni en la secundaria ni en la universidad ni en ningún máster público ni privado.

En cambio, sí que se enseñan mentiras de envergadura como que en Rusia y satélites (más Cuba, China, Venezuela, etc.) haya habido nunca ni un gramo de socialismo, y también se tergiversan hechos cruciales para la clase obrera como las causas y desarrollo de la guerra civil española y se mistifica la función verdaderamente anti-obrera de la II República y del Frente Popular (en el que convergieron contra la clase obrera tanto la social-democracia, como el estalinismo y el anarquismo) y la represión y masacre de las tentativas revolucionarias de la clase obrera (mayo del 37 en Barcelona), se enseñan las tradiciones, supersticiones y mitología nacionalista que la burguesía catalana o la española creó en el siglo XIX para mistificar su propia dominación y para nublar la conciencia de los trabajadores, etc. ¿Es de esta falsificación de la historia de la que deberíamos lamentar la pérdida? ¿Y pretenden convencernos de que estas fábulas y falsificaciones históricas son mejores o más progresivas que las de sus homólogos post-franquistas? No compañeros, el obvio hedor a podrido del franquismo y de sus descendientes la desprende la misma sustancia de la que están hechos los programas educativos de la burguesía "progre", catalanista o española: patrioterismo barato de unos y otros para encubrir la propia dominación de clase.

¿Cuál es el origen histórico de la enseñanza universal y obligatoria? Además de ser un vivero de futuros asalariados sumisos y obedientes, el sistema de enseñanza universal y obligatoria responde a la necesidad del capitalismo industrial de dotarse de prisiones para niños donde los trabajadores podamos "aparcar" nuestros hijos mientras cumplimos nuestra condena de asalariados. El régimen horario cuartelario, la división de los alumnos en edades (y a menudo sexos) y la autoridad de la que se dota a los profesores, todas ellas características copiadas del ejército y del régimen fabril, instituciones por excelencia del régimen burgués, hacen difícil no entender el rechazo instintivo que el sistema educativo genera entre los hijos de la clase obrera. Y que luego nos hablen de fracaso escolar...

¿Qué más se enseña en el actual sistema educativo? Se enseña también que la salida adelante es una salida individual que pasa por hacer una carrera y acumular títulos que te permitan distinguirte de la masa de desgraciados, salida ilusoria cuya función no es otra que cultivar el individualismo y sedar la combatividad de los trabajadores asalariados, domesticarnos y esterilizarnos el cerebro preventivamente para entregarnos atados de pies y manos a la explotación en una empresa privada o del Estado, grande o pequeña, no importa. Este es el contenido fundamental de la enseñanza en el capitalismo con la Ley Celaá o con cualquier otra.

No derramaremos ninguna lágrima por la aprobación del “nuevo currículo de enseñanza”: ambos decretos desprenden el mismo olor a podrido que desprende este sistema caduco y constituyen una negación de la lucha de clases, lista para inoculárnosla ya de pequeños. En vez de esto, ¿qué educación necesitamos los trabajadores asalariados en esta sociedad que vive de nuestra explotación?

"La militarización penetra ahora toda la vida social. El imperialismo es una lucha encarnizada de las grandes potencias por el reparto y la redistribución del mundo, y por ello debe conducir inevitablemente a un reforzamiento de la militarización en todos los países, incluso en los neutrales y pequeños. ¿Con qué harán frente a esto las mujeres proletarias? ¿Se limitarán a maldecir toda guerra y todo lo militar, se limitarán a exigir el desarme? Nunca se conformarán con un papel tan vergonzoso las mujeres de una clase oprimida que sea verdaderamente revolucionaria. Les dirán a sus hijos: "Dentro de poco serás mayor. Te darán un fusil. Cógelo y aprende bien a manejar las armas. Es una ciencia imprescindible para los proletarios, y no para disparar contra tus hermanos, los obreros de otros países, como sucede en la guerra actual, y como te aconsejan que hagas los traidores al socialismo, sino para luchar contra la burguesía de tu propio país, para poner fin a la explotación, a la miseria y a las guerras, no con buenos deseos, sino venciendo a la burguesía y desarmándola"." (Lenin, el programa militar de la revolución proletaria, 1916)

Exclama el filisteo pequeñoburgués: ¡quieren separar los hijos de los trabajadores de los de la pequeña-mediana-gran burguesía! ¿Pero es que esto no ha sido así en algún momento? "¿Educación popular igual? ¿Qué se entiende con esto? ¿Se cree que en la sociedad actual (que es la única de la que puede tratarse), la educación puede ser igual para todas las clases? (...) Lo que en algunos estados de este último país [EEUU] sean " gratuitos "también los centros de instrucción superior, sólo significa, en realidad, que allí a las clases altas se les pagan sus gastos de educación a costa del fondo de los impuestos generales." (Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha) Que en el capitalismo pueda haber igualdad entre las clases sociales es una superstición de la pequeña burguesía que, por un lado, es incapaz de entender y asumir la falacia inherente a la consigna burguesa de la "igualdad ante la ley" y que, por otro, siente un verdadero horror a que sus hijos caigan en la parte de la línea divisoria que no toca y terminen rodeados de proletarios aunque, evidentemente, se guardan bien de plantear así los términos del problema.

¿Queréis una solución a los actuales recortes en educación y en todas las leyes Celaá habidas y por haber? Desertad del actual programa educativo de idiotización de los hijos de los trabajadores, rechazad representar la "autoridad" dentro de los centros, negaros a enseñar la historia tal y como la ha escrito la clase dominante, que los libros de texto pasen a ser "Trabajo asalariado y capital", "La Guerra Civil en Francia", "El Manifiesto del Partido Comunista", "El Capital", "La crítica al Programa de Gotha", "La revolución proletaria y el renegado Kautsky", "El Estado y la Revolución", "Propiedad y Capital", "Lenin en el camino de la revolución", "Fundamentos del comunismo revolucionario" y veréis cómo de rápido os reprimen y pasan a halagar de nuevo su instrumento de avasallamiento ideológico y a invertir lo que haga falta para mantener sedada la clase obrera con los actuales planes de enseñanza.

Esta educación, la única que interesa a una clase que debe romper el yugo que la mantiene esclavizada, sólo es posible fuera y en contra de las instituciones del Estado burgués, en las catacumbas, en estrecho contacto con las luchas de la clase obrera, fuera del politiqueo personal y parlamentario, ligada a la perspectiva del abatimiento del régimen burgués para abrir la vía a la transformación revolucionaria hacia una sociedad sin clases, sin Estado, ni mercado, ni dinero, ni trabajo asalariado en la que "el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de todos" (Manifiesto del Partido Comunista).

Tanto la ilusión de que esto sea posible dentro del sistema educativo burgués como la llamada a defender una variante concreta de este último ante una variante pretendidamente peor o más a la derecha son sólo una muestra de la sumisión ideológica al actual y criminal sistema capitalista. Esta sumisión ideológica es un lastre que pesa de manera asfixiante en el actual movimiento reivindicativo de los trabajadores de la enseñanza que nunca podrán salir del pantano del corporativismo y luchar por sus propias condiciones y las del conjunto de la clase asalariada sin romper con ella previamente.

¡Fuera la influencia de la Iglesia, del Estado y del filisteísmo bien pensante de la pequeña burguesía democrática, de la educación de la clase obrera! ¡Abajo la ley Celaá y todo el sistema educativo de la burguesía!

¡Por la eliminación de títulos y carreras que no hacen más que dividir a los trabajadores y facilitar las diferencias salariales!

¡Por una educación revolucionaria y clasista de la clase obrera, fuera y en contra de las instituciones de la burguesía, hacia la abolición del trabajo asalariado y del régimen mercantil y de empresa!

PARTIDO COMUNISTA INTERNACIONAL – “EL COMUNISTA”

www.pcielcomunista.org– Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Lo que distingue nuestro partido: La línea que va de Marx a Lenin, a la fundación de la Internacional Comunista y del Partido Comunista de Italia (Livorno 1921), la lucha de la Izquierda Comunista contra la degeneración de la Internacional, contra la teoría del "socialismo en un solo país" y la contrarrevolución estalinista, el rechazo de los Frentes Populares y de los Bloques de la Resistencia, la dura obra de restauración de la doctrina y del órgano revolucionarios, en contacto con la clase obrera, fuera del politiqueo personal y electoralesco.

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